domingo, 27 de julho de 2008

El fraude de los escépticos del Fenómeno UFO


Además de los falsos gurus y profetas que establecen sectas ufológicas, hay otros grupos que también deturpam el medio.



No solamente de los crédulos vive el fraude. Aunque en numerosas ocasiones los ufólogos hayan denunciado engaños y engodos de falsos videntes y gurus, tenemos también que dirigir nuestros ojos críticos para otro tipo de usurpadores, que causan igual estropeo por la mitad ufológico y otros.

Hay otra especie de aproveitadores que, escudados atrás de un torpe disfraz pseudocientífico, intentan explicar el mundo del misterio al sabor de sus intereses personales.

La historia de la ciencia está llena de ejemplos.

Nada más pesado del que el aire podía volar, la electricidad era una moda pasajera e inútil y del cielo no podían caer piedras, simplemente porque en el cielo no hay piedras.

Y a pesar de estas categóricas afirmaciones, los aviones vuelan, la electricidad existe y controla la civilización y los meteoritos a veces arrebentam casas al caigan...

Está en franca expansión, actualmente, un grupo de pseudocientistas que, autodeclarando-si escépticos, atacan sistemáticamente toda la forma de manifestación heterodoxa relacionada con objetos voladores no identificados y fenómenos paranormais, simplemente porque son áreas en desarrollo, que aún necesitan de más investiga.

Son pseudocientistas porque, como ya decía Voltaire, “es la ignorancia a que niega o afirma, pues la ciencia siempre duda”.

Y eso es lo que significa el término escéptico: aquel que duda, no lo que niega o afirma, peremptoriamente.

Sin la duda, las explicaciones que los pseudocéticos otorgan a menudo a los fenómenos anômalos dejan poco lugar a la razón.

Son tonterías, absurdos, idiotices o estupidez, dicen.

Y se es así, para que gastar tiempo con ellos, no es mismo?

Sus cerebros, que creen super dotados, no necesitan desplazarse al lugar de los hechos ni interrogar las testigos para quitar sus conclusiones.

Ellas ya están listas! Esta postura está bien reflejada en las afirmaciones que los pseudocéticos dan en debates de que participan, especialmente aquellos con audiencia o mídia.

Un ejemplo claro puede ser visto en la declaración de Luis Alfonso Gámez, líder del pseudoceticismo español, al condenar el libro Infiltrados [Editorial Protusa, 1999], del conocido ufólogo Josep Guijarro.

“Tras leer en la capa el nombre del autor, el miedo de perder la integridad mental me impidió de proseguir. Más vale un cobarde vivo del que valiente descerebrado”, dije Gámez.

Parece que solamente los humildes mortales necesitan leer un libro para poder juzgarlo.

La falácia del movimiento pseudocético

En mayo de 1976 se celebró en los Estados Unidos una reunión patrocinada por la Asociación Humanista Americana, que daría como resultado la fundación del Comité para la Investigación Científica de Alegaciones del Paranormal [Committee sea the Scientific Investigation of Claims of the Paranormal, CSICOP], una especie de “Vaticano” del movimiento pseudocético mundial.

Continúo a usar la palabra pseudocético porque resisto en aceptar el término escéptico para este movimiento de fundamentalismo pseudocientífico.

El CSICOP inspiró el surgimento de agrupaciones semejantes en muchos países, como el Centro Argentino para la Investigación y Refutação de la Pseudociência (CAP), la española Alternativa Racional a la Pseudociências (ARP), o aún la Sociedad Tierra Redonda (STR), en el Brasil. En España, para citar solamente un ejemplo, los autodenominados escépticos se convirtieron en interlocutores habituales de todo debate sobre UFOs y fenómenos paranormais.

ES como mínimo sospecho que obtengan éxito sólo en este tipo de programas, y no en colóquios con debates relativos a sus respectivas disciplinas, lo que llevó algunos doctores a la conclusión de que solamente de esta forma sublimam su mediocridade académica – sólo unos pocos que tienen título universitario – obteniendo fama, popularidad y dinero atacando sistemáticamente los UFOs y fenómenos paranormais.

ES evidente que abundam el fraude y los errores de apreciación en estas áreas.

Pero, como en todo el campo del conocimiento, es necesario dedicação y experiencia en una disciplina para poder emitir juízos razonables sobre ella.

Por eso, solamente los especialistas en física pueden emitir opiniones sólidas sobre física, sólo los astrónomos pueden hablar con conocimiento de astronomía y sólo los médicos pueden dar diagnósticos de salud con propiedad.

Por qué entonces periodistas no especializados, bancarios, agentes de seguro o desarrolladores de ordenador – algunas de las categorías de los pseudocéticos – emiten juízos radicales contra los fenómenos paranormais y ufológicos en los debates de que participan, especialmente se sean en algún programa de TELE?

Por qué, entonces, no comparecen ufólogos o parapsicólogos a debates sobre informática, biología o astronomía?

El resultado es que las afirmaciones de esos pseudocéticos son frecuentemente ridículas, y serían divertidas si no fueran tan patéticas.

La falta del reconocimiento de las manifestaciones parapsicológicas es de una ignorancia cavalar.

Idénticamente, no llevar a serio miles de testimonios y evidencias de que estamos siendo visitados por civilizaciones más avanzadas es como mínimo irracional, para decir poco. Andrés San Juan, asesor científico de la ARP y especialista en la vida sexual de las moscas – sobre tan estimulante tema realizó su tesis de polvos-graduação –, acusaba las universidades del país de gastar tiempo y dinero en la investigación de los fenómenos paranormais, retirando recursos de otros temas más importantes para la ciencia, como, tal vez, la sodomia en las moscas varejeiras de la Patagônia, detalle de su tesis académica...

Confira la materia en la íntegra adquiriendo la Revista UFO 144 en las bancas.


Autor: Manuel Carballal

Fuente: Revista UFO 144, agosto/2008


Traducido por Paulo R. Poian, online.


Muchas gracias a "Paulo Poian" Cordenador de la Revista UFO en Brazil

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